Un lugar seguro

Cuenta el escritor y curador Efraín Velasco, que Rame Cuen se inició en sus tempranos 20 años en el quehacer documental, bajo la tutela de un grupo de  fotógrafos que llegaron a Oaxaca gracias a los talleres del  Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo: Allen Frame, Joan Liftin  y Mary Ellen Mark, maestros de la imagen que determinaron las raíces del oficio visual del artista. El resultado de varios años de convivencia y observación dio como resultado la exposición Un lugar seguro, que en estos días acoge la galería del Centro Cultural San Pablo (CCSP). Su empatía y sensibilidad  por situaciones vulnerables llevó a Rame Cuen a los lindes del Río Atoyac, donde conoció, entre otras personas con quienes tejió importantes vínculos de amistad, a los Martínez Martínez, quienes viven a la orilla del río y a diario construyen y reconstruyen su casa con el movimiento del fruto de un trabajo familiar: los huacales. 

Gracias a su interés en reflexionar y reposicionar los temas sociales que afectan a todos, el fotógrafo presenta en Un lugar seguro, un todo. Esta exposición es una suerte de pieza compleja, multitudinaria, híbrida, transitable. 

Al adentrarse en la galería del CCSP, el visitante podrá recorrer el territorio de la fotografía y pasar al del arte objeto, pasando por el video y la intervención,  sin recortar, como en un flujo de conciencia, en un paso ininterrumpido a través de  ambientes diversos, como entre lo fatal y salvaje que tiene la belleza de todos nuestros  días.

El poder de su obra radica en la fuerza de su  empatía, que a su vez es reflejo en la proximidad con sus temas de exploración. Otra de las fortalezas de esta exhibición se enuncia desde las lecciones que Rame obtuvo al decidir  acompañar una vez más a Mary Ellen Mark en sus últimos talleres en Oaxaca, antes de su sensible partida.  

“Es aquí cuando Rame regresa al mercado y su periferia, un lugar común, el Río Atoyac.  Su lenguaje tiene otra dinámica, su  solidaridad es otra. Genera otro diálogo,  una nueva recolección de objetos que construyen nuevas piezas, otro arte. Dignidad, sustento, fortaleza. La materia  prima es distinta, un proceso de cambio escultórico, nuevos documentos,  otra manera, las mismas preocupaciones. Un lugar seguro nace del retorno, el principio”, apunta Velasco. 

La  base conceptual de este trabajo no intenta la recomposición de una anécdota, sino que, a  través de la red de relaciones  históricas, sociales, políticas y personales  que propone esta pieza, Cuen cuestiona la idea  hegemónica de territorio, tanto en la representación última de la pieza como en la misma noción de lo que estamos acostumbrados a vivenciar como modelo expositivo, uno más “entendible” y “delimitado”. 

Ramen Cuen hace un guiño a la empatía a manera de invitación a mirar más allá y a desmitificar lo que pasa alrededor del Atoyac. “Generalmente las orillas han sido muy marginales, evidentemente han tenido una falta de atención y esconde una serie de embrollos: descuido por parte de todos”. Es hora de asumir que es responsabilidad de todos cuidar los ríos. Bienvenidos a mirar desde el CCSP esta ventana a la humanidad, como un espejo, como un reflejo. 

¿Cuándo y dónde?

En curso, en la Galería del Centro Cultural San Pablo, Hidalgo 907, Centro, Oaxaca de Juárez.

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